La reforma de la Policía tendrá 3 ejes centrales
La reforma policial se apoyará en un proceso de institucionalización, una política de capacitación y una readecuación de las funciones administrativas y operativas de sus efectivos.
El proyecto de cambio de la entidad del orden será uno de los puntos de conversación entre el presidente Jorge Quiroga y el ganador de las elecciones, Gonzalo Sánchez de Lozada.
El 21 de diciembre del 2001 explotó un coche-bomba en la puerta del Comando policial de Santa Cruz y con él también estalló la crisis de esa institución. Desde entonces se esbozó un plan de reestructuración de la entidad del orden que tiene tres ejes.
La reforma policial se apoyará en un proceso de institucionalización, una política de capacitación y una readecuación de las funciones administrativas y operativas de sus efectivos.
Según datos obtenidos en el Ministerio de Gobierno, de unos 19.000 policías, apenas cuatro mil uniformados están ocupados en tareas operativas en cada turno.
El objetivo de la reforma es enfrentar la injerencia política en la designación de puestos de mando y evitar la corrupción del personal en el ejercicio de sus funciones, para responder a la demanda de seguridad ciudadana y al resguardo del orden público.
La carpeta de la reforma policial incluirá la propuesta redactada de proyectos de ley, decretos reglamentarios y resoluciones ministeriales para ejecutar tareas específicas en ese proceso.
Para la elaboración de los documentos se hicieron diagnósticos, estudios, seminarios internos con policías y habría, incluso, un acuerdo de financiamiento con la Cooperación Técnica Alemana (GTZ) y otras instituciones dispuestas a apoyar la transformación de la institución del orden.
El ministro de Gobierno, José Luis Lupo, explicó que el cambio apunta a que la Policía Nacional sea una institución transparente y eficiente.
Advirtió que el proceso de reforma, fortalecimiento, modernización y reestructuración policial es demasiado complejo y de largo plazo. La tarea pendiente de la reestructuración será la herencia que dejará la gestión del presidente Jorge Quiroga a la administración que asumirá el mando del país el próximo 6 de agosto.
Esa reforma no se inició antes debido a que el Poder Ejecutivo se concentró en garantizar la realización de las elecciones pasadas y consideró que alentar el cambio en medio de la crisis policial podía poner en riesgo los comicios, si acaso había una oposición de los uniformados ante los cambios institucionales.
La reforma policial es uno de los temas que el ministro Lupo anotó en la agenda de la comisión de transición del mando y será uno de los puntos que el martes conversarán el Primer Mandatario y el ganador de las elecciones, Gonzalo Sánchez de Lozada. La Razón y ABI
FUENTE:
LA RAZON
(29-07-2002)